MISIÓN E HISTORIA

MISIÓN

La Corporación Jesús Niño es una Organización No Gubernamental sin fines de lucro, con más de 25 años de trabajo continuo en las comunas más vulnerables del sector sur de Santiago. Desde el año 2000, Cuenta con un Centro Comunitario construido en el sector El Castillo, en La Pintana.  Nuestra misión es impulsar con acciones concretas e innovadoras la educación, cultura y recreación comunitaria de niñas, niños y jóvenes en contextos de alta vulnerabilidad, generando vínculos afectivos profundos con ellos y sus familias, contribuyendo así a su desarrollo pleno e integral. Buscamos como visión transformar contextos de alta vulnerabilidad, contribuyendo a la formación de jóvenes que sean agentes de cambio para su entorno, acompañándolos en el desarrollo de herramientas para su superación, ampliando así sus oportunidades, las de sus familias y las de su comunidad.

El voluntariado es una de las piedras angulares del accionar de la Corporación Jesús Niño, ya que permite canalizar la solidaridad de personas comprometidas con mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables, a los niños, niñas y jóvenes que la institución atiende, al tiempo que entrega la posibilidad de vivir una experiencia transformadora, que favorece el desarrollo personal y profesional. En este sentido, los voluntarios se transforman en protagonistas del accionar de la institución, desde una actitud positiva y activa hacia la construcción de una sociedad más justa.

Queremos contribuir a la formación de jóvenes que sean agentes de cambio para su entorno, acompañándolos en el desarrollo de herramientas para su superación.  

La Corporación Jesús Niño apoya la generación de habilidades y factores protectores, dejando capacidades instaladas a largo plazo, logrando procesos de inclusión escolar efectiva y reduciendo considerablemente las tasas de deserción y repitencia escolar.

El voluntariado entrega la posibilidad de vivir una experiencia transformadora, que favorece el desarrollo personal y profesional.

La Corporación Jesús Niño basa su accionar en los siguientes valores:
  • Amor: centramos nuestro trabajo en lograr vínculos afectivos significativos entre los participantes, voluntarios, practicantes, equipos educativos y todos los que forman la Corporación Jesús Niño.
  • Solidaridad: romovemos que niños, niñas y jóvenes compartan, se ayuden y se interesen por el bienestar de los demás. Creemos que el voluntariado solidario genera una fuerza transformadora, central para alcanzar una sociedad más justa.
  • Compromiso: desarrollamos nuestro trabajo con profesionalismo, responsabilidad y cariño, y cumplimos oportunamente con los compromisos adquiridos. Trabajamos con convicción para que cada niño, niña y joven tenga derecho a desarrollar sus potencialidades.
  • Calidad y austeridad: realizamos nuestro trabajo velando en todo momento por la calidad y austeridad de nuestras acciones y el buen uso de los recursos que utilizamos, siendo socialmente responsables con todos los grupos que atiende la institución.
  • Inclusión: fomentamos el respeto, la tolerancia y la no discriminación en todas nuestras acciones. Trabajamos en equipo, en un ambiente de confianza, colaboración y escucha activa.
  • Transparencia: tenemos una política de puertas abiertas, comunicando activamente, y a través de todos los canales disponibles nuestro quehacer.

HISTORIA

COMIENZA UN SUEÑO

“Con mi comunidad universitaria empezamos a mediados del primer año de universidad a pensar qué apostolado hacer. Nunca habíamos sido profundamente apostólicos, a pesar de que las actividades del colegio nos habían marcado mucho. Trabajos de invierno, de verano, misiones, trabajos de fábrica: nos dejaron con el deseo de prestar un servicio social. Yo particularmente seguía muy inquieto con este tema. Nos acercamos al que había sido nuestro profesor de religión del colegio, Benito Baranda, para preguntarle cómo seguir.

Nos invitó a prestar un servicio muy concreto a una familia en la población El Remanso, al fondo del sector El Castillo, en La Pintana. Les construimos una reja en la casa, porque se la habían sacado y estaban muy expuestos a lo que sucedía en la noche en su barrio. Y por construir esa reja, después quisimos hacer algo para el Mes de María, y luego organizamos (las primeras) Colonias de Verano y nos involucramos cada vez más.

Finalmente, esto se transformó en un proyecto que nos tomó el corazón a todos. Invitamos a algunas amigas, y todos los veranos hacíamos Colonias. Algunos seguíamos durante el año prestando diferentes servicios. Yo me puse a pololear nuevamente, y con ella iba todos los miércoles a hacer catequesis y otros trabajos en el Centro Abierto de la población El Castillo. Hoy día mis compañeros de colegio, con los que empezamos en esto, mantienen la Corporación Jesús Niño y han seguido con proyectos grandes.

“Esa reja famosa, que podía no haber significado nada, nos agarró a todos el corazón. Todos quedamos marcados”

Juan Cristóbal Beytia SJ (Juan Cristóbal Beytía SJ: Llamado a ser rostro de Dios para la gente. Vocaciones Jesuitas Chile (2015). Recuperado Noviembre 25, 2016, disponible aquí.

Comenzamos a mediados de la década de los ‘80, a partir de un trabajo promovido por nuestras Comunidades de Vida Cristiana en la población El Remanso, del sector El Castillo, en la comuna de La Pintana.

Comenzamos a mediados de la década de los ‘80, a partir de un trabajo promovido por nuestras Comunidades de Vida Cristiana en la población El Remanso, del sector El Castillo, en la comuna de La Pintana. En aquellos años, la población estaba recién construyéndose a raíz de los procesos de erradicación de otros territorios de la ciudad de Santiago, y el acceso a servicios básicos, servicios sociales y de transporte eran casi nulos. Lo que se inició como una actividad puntual, lo fuimos convirtiendo en un acompañamiento permanente desde la capacidad que podíamos brindar como jóvenes secundarios y universitarios a las distintas necesidades y requerimientos de la comunidad. De este modo, empezamos a implementar talleres de apoyo escolar, actividades recreativas y Colonias de Verano para los niños y niñas del sector. Luego de varios años de trabajo, decidimos constituir formalmente la Corporación Jesús Niño: el 28 de agosto de 1995 obtuvimos la personalidad jurídica, bajo el nombre de O.N.G. Jesús Niño.

Más tarde, se presentó el desafío de levantar un espacio que pudiera albergar los distintos programas que hoy se realizan, y ofrecer así un servicio de excelencia. Gracias a diversas actividades para recaudar fondos, y con el apoyo y  financiamiento del Fondo Presidencia de la Republica y la Fundación Andes, el año 2000 logramos construir el Centro Comunitario de la Corporación Jesús Niño en un terreno cedido en comodato por la Ilustre Municipalidad de La Pintana. 2013 también marca un hito en nuestra historia, con la incorporación del Jardín Infantil Millaray CJN a nuestros programas.

Hoy, con más de 25 años de trabajo, hemos generado una oferta programática que entrega una propuesta educativa innovadora para niños, niñas y jóvenes en contextos vulnerables. La experiencia de todo este tiempo nos hace estar seguros de que es posible construir una sociedad más justa y acogedora, donde no haya espacio para la discriminación, donde existan más y mejores oportunidades, y donde los niños puedan vivir en un ambiente libre de riesgos y violencia. La invitación es a trabajar juntos para lograrlo.

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